sábado, 23 de febrero de 2013

AUDIENCIAS, TELEVIDENCIAS Y MEDIACIONES: Un reconocimiento Preliminar



M en CyTE Lilia G. Torres Fernández (2010)

 

OROZCO, Guillermo, Audiencias, Televidencias y Mediaciones: Un reconocimiento preliminar, cap.1, en Televisión, Audiencias y Educación. Enciclopedia Latinoamericana de Sociocultura y Comunicación. Grupo Editorial Norma, 2006, (pp.19-37)

 

Orozco (2006) en esta lectura nos  lleva de la mano para que comprendamos cómo en este Siglo nos hemos visto sorprendidos con una inmensidad de cambios en todos los aspectos, individuales, sociales, cognitivos, emocionales, basta retroceder unos años atrás para hacer una comparación de cómo vivíamos, qué aprendíamos. Si en verdad reflexionamos sobre ello, encontraríamos que la ciencia y la tecnología han venido a revolucionar la manera de conductas entre los seres vivos. Un parte aguas según Orozco y que coincido con él, son los medios de comunicación e información, pues es casi imposible que nos disociemos de ellos, el mundo está pendiente de esa mediación y sobre todo de la televisiva, esa que está dentro de nuestros hogares y que desafortunadamente, sus contenidos, como nos lo dice Williams, (1983) “No han obedecido a un imperativo de necesidad histórica o tecnológicas”, sino se han considerado medidas políticas y económicas, que sólo benefician a intereses muy particulares de unas pequeñas masas y que cada país ha adoptado según sus necesidades. De aquí surge la importancia que tienen las Televidencias, esas comunidades de apropiación y significado que tienen interacciones mediáticas.

 

Para un entendimiento mejor, Orozco en esta lectura, hace posible situar esos contenidos televisivos en una cuádruple dimensionalidad  de la televisión:

 

Lingüística. Referente al lenguaje distintivo que utiliza este medio, no sólo por el audio-visual que se percibe en primera instancia, sino también aquellos que se dimensionan por consecuencia como el escrito, oral y musical.  Por supuesto este lenguaje, como nos lo dice Ferres (1996) “… no es la suma de las gramáticas propias de cada uno de los lenguajes que aglutina, sino una nueva gramática, video-gramática que rige por la lógica del relato, no del discurso. Vaya que este medio ha modificado el lenguaje entre las generaciones actuales y venideras.

 

Mediacidad. Se representa en formatos y géneros específicos de este medio, generalmente regidos por razones financieras y por las diversas necesidades de los grupos de audiencia. Es decir, estos géneros programáticos sumados a los intereses de las empresas televisoras, son la base de la programación televisiva pero, las audiencias también “supuestamente” son tomadas en cuenta, de otra forma no podríamos entender ¿el por qué de las mediciones de los gustos del televidente?

 

Es razonable entonces preguntarme ¿por qué la TV ocupa en la mayoría de los casos el primer lugar de entretenimiento en nuestras familias? ¿Dónde quedó la lectura, el deporte o simplemente jugar en la calle o ir a tomar un helado, refresco o café con los amigos? Considero que no sólo la TV es la culpable de todos estos cambios, también son las situaciones actuales que están inmersas en nuestras vidas cotidianas, la inseguridad es una de las principales que provoca el miedo a salir de casa, el desinterés por el servidor público de servir con atención y gusto a la población, las aglomeraciones en los centros que proporcionan diversión y entretenimiento, en fin, podría mencionar muchas más causas. ¿Entonces nos conformamos con la información y programación de los que hacen la TV?

 

Tecnicidad. Es obvio que este apartado trate de los avances técnicos que ha tenido la televisión, pero lo interesante de esta dimensión televisiva no estriba solamente en lo novedosos que puedan resultar sus contenidos y modelos o de ajustar el sonido y la imagen; lo sorprendente es que ahora, la televisión es utilizada como pantalla de computadora, videojuegos, que se pueda visualizar simultáneamente, en recuadros pequeños, diferente programación, lo que permite una multitud de interacción con este medio. Cabe resaltar a Baudrillard (1994) cuando menciona que:

 

“La videotecnología hace posible la policromía televisiva, la instantaneidad de su presentación, la versatilidad de sus contenidos y encuadres, y especialmente su extraordinaria capacidad de representación, ese simulacro que a veces parece más real que lo real”

 

¿Cómo entonces no dejarse atrapar por la televisión? Si en ella podemos encontrar además de un entretenimiento situaciones que probablemente no  podríamos vivir, como por ejemplo, viajar a la luna, participar de una guerra, etc. Orozco (1988) nos dice que investigaciones sobre las audiencias y su interacción con la televisión, manifiestan que el televidente asiduo suele magnificar cuantitativa y cualitativamente su contenido y sobre todo la forma de percibirlo.

 

Institucionalidad.  Shiller (1993), con respecto a esta dimensión,  nos dice que la televisión es una institución social, no importa cómo se haga llamar, que tiene una historia, objetivos, definiciones y alianzas particulares y por otra parte, Orozco nos hace reflexionar, que estos procesos, desafortunadamente no se dan de acuerdo a las necesidades de la sociedad de un país, sino a las conveniencias e intereses económicos y políticos, además que en la actualidad, el lucro mercantil está imponiéndose por encima de otras autoridades institucionales sociales, civiles, gobiernos o países.

domingo, 17 de febrero de 2013

Audiencias, Televidencias y Mediaciones: un reconocimiento preliminar



M en CyTE Lilia G. Torres Fernández (2010) 

 

OROZCO, Guillermo, Audiencias, Televidencias y Mediaciones: Un reconocimiento preliminar, cap.1, en Televisión, Audiencias y Educación. Enciclopedia Latinoamericana de Sociocultura y Comunicación. Grupo Editorial Norma, 2006, (pp.19-37)


Orozco (2006) en esta lectura nos  lleva de la mano para que comprendamos cómo en este Siglo nos hemos visto sorprendidos con una inmensidad de cambios en todos los aspectos, individuales, sociales, cognitivos, emocionales, basta retroceder unos años atrás para hacer una comparación de cómo vivíamos, qué aprendíamos. Si en verdad reflexionamos sobre ello, encontraríamos que la ciencia y la tecnología han venido a revolucionar la manera de conductas entre los seres vivos. Un parte aguas según Orozco y que coincido con él, son los medios de comunicación e información, pues es casi imposible que nos disociemos de ellos, el mundo está pendiente de esa mediación y sobre todo de la televisiva, esa que está dentro de nuestros hogares y que desafortunadamente, sus contenidos, como nos lo dice Williams, (1983) “No han obedecido a un imperativo de necesidad histórica o tecnológicas”, sino se han considerado medidas políticas y económicas, que sólo benefician a intereses muy particulares de unas pequeñas masas y que cada país ha adoptado según sus necesidades. De aquí surge la importancia que tienen las Televidencias, esas comunidades de apropiación y significado que tienen interacciones mediáticas.


Para un entendimiento mejor, Orozco en esta lectura, hace posible situar esos contenidos televisivos en una cuádruple dimensionalidad  de la televisión:

 

Lingüística. Referente al lenguaje distintivo que utiliza este medio, no sólo por el audio-visual que se percibe en primera instancia, sino también aquellos que se dimensionan por consecuencia como el escrito, oral y musical.  Por supuesto este lenguaje, como nos lo dice Ferres (1996) “… no es la suma de las gramáticas propias de cada uno de los lenguajes que aglutina, sino una nueva gramática, video-gramática que rige por la lógica del relato, no del discurso. Vaya que este medio ha modificado el lenguaje entre las generaciones actuales y venideras.

 

Mediacidad. Se representa en formatos y géneros específicos de este medio, generalmente regidos por razones financieras y por las diversas necesidades de los grupos de audiencia. Es decir, estos géneros programáticos sumados a los intereses de las empresas televisoras, son la base de la programación televisiva pero, las audiencias también “supuestamente” son tomadas en cuenta, de otra forma no podríamos entender ¿el por qué de las mediciones de los gustos del televidente?

 

Es razonable entonces preguntarme ¿por qué la TV ocupa en la mayoría de los casos el primer lugar de entretenimiento en nuestras familias? ¿Dónde quedó la lectura, el deporte o simplemente jugar en la calle o ir a tomar un helado, refresco o café con los amigos? Considero que no sólo la TV es la culpable de todos estos cambios, también son las situaciones actuales que están inmersas en nuestras vidas cotidianas, la inseguridad es una de las principales que provoca el miedo a salir de casa, el desinterés por el servidor público de servir con atención y gusto a la población, las aglomeraciones en los centros que proporcionan diversión y entretenimiento, en fin, podría mencionar muchas más causas. ¿Entonces nos conformamos con la información y programación de los que hacen la TV?

 

Tecnicidad. Es obvio que este apartado trate de los avances técnicos que ha tenido la televisión, pero lo interesante de esta dimensión televisiva no estriba solamente en lo novedosos que puedan resultar sus contenidos y modelos o de ajustar el sonido y la imagen; lo sorprendente es que ahora, la televisión es utilizada como pantalla de computadora, videojuegos, que se pueda visualizar simultáneamente, en recuadros pequeños, diferente programación, lo que permite una multitud de interacción con este medio. Cabe resaltar a Baudrillard (1994) cuando menciona que:

 

“La videotecnología hace posible la policromía televisiva, la instantaneidad de su presentación, la versatilidad de sus contenidos y encuadres, y especialmente su extraordinaria capacidad de representación, ese simulacro que a veces parece más real que lo real”

 

¿Cómo entonces no dejarse atrapar por la televisión? Si en ella podemos encontrar además de un entretenimiento situaciones que probablemente no  podríamos vivir, como por ejemplo, viajar a la luna, participar de una guerra, etc. Orozco (1988) nos dice que investigaciones sobre las audiencias y su interacción con la televisión, manifiestan que el televidente asiduo suele magnificar cuantitativa y cualitativamente su contenido y sobre todo la forma de percibirlo.

 

Institucionalidad.  Shiller (1993), con respecto a esta dimensión,  nos dice que la televisión es una institución social, no importa cómo se haga llamar, que tiene una historia, objetivos, definiciones y alianzas particulares y por otra parte, Orozco nos hace reflexionar, que estos procesos, desafortunadamente no se dan de acuerdo a las necesidades de la sociedad de un país, sino a las conveniencias e intereses económicos y políticos, además que en la actualidad, el lucro mercantil está imponiéndose por encima de otras autoridades institucionales sociales, civiles, gobiernos o países.

jueves, 14 de febrero de 2013

La advertencia huxleyana



M en CyTE Lilia G. Torres Fernández (2010)

 

POSTMAN, Neil, La Advertencia Huxleyana, cap. 11 en  “Divertirse hasta morir”. El discurso público en la era del “show business”. Ediciones de la Tempestad. Barcelona, 1991, (pp.163-171).


 

Esta lectura me resultó bastante interesante porque considero que Postman, (1991) hace una excelente narración de las posturas de Orwell y Huxley; nos dice que mientras Orwell temía que surgieran en las sociedades corrientes opresoras, autoritarias, dominantes que prohibieran, en cortas palabras, la libertad en toda su expresión, Huxley temía que no serían necesarias estas corrientes, porque no habría necesidad de ellas, que el hombre sería pasivo ante los cambios de gobiernos y sobre todo ante la revolución tecnológica. Me hizo preguntarme cómo estos dos personajes, de la época de los 80’s tuvieron la capacidad para vislumbrar situaciones que en la actualidad, Siglo XXl, estamos viviendo. Sólo basta mirar alrededor nuestro para darnos cuenta cuánta razón tenía Huxley al temer que algún día “la gente llegará a amar su opresión, y a adorar las tecnologías que anulen su capacidad de pensar.


 

¿Será verdad que las tecnologías serán las responsables de que las sociedades pierdan su identidad y peor aún su cultura?, ¿que los pueblos sean simples auditorios receptivos?, es difícil pensar que esto llegue a pasar, pero…al ponerme a mirar el contexto en el que me desenvuelvo y después de leer las diversas lecturas que me han proporcionado en este módulo, me asusto, porque encuentro una sociedad cómoda, distraída y sobre todo receptiva, que se ocupa de trivialidades. Pongamos por ejemplo un día natural en la mayoría de los habitantes de esta gran ciudad de México: levantarse temprano para cruzar un trecho de la ciudad para trabajar en algún lugar, regresar por la tarde-noche a su hogar y sentarse frente a un televisor para después dormir y al día siguiente… repetir lo mismo. ¿Acaso esta situación no es una esclavitud? ¿Será entonces que la teoría Huxleyana se está cumpliendo?


 

Como docente y al reflexionar sobre los alumnos con los que interactúo, me doy cuenta con tristeza, que como nación, sería más fácil combatir contra los pronósticos de Orwell que contra los de Huxley, Considero que el sector educativo, debe aprender  con rapidez a utilizar los medios de comunicación como herramientas para educar, de lo contrario, éstos nos dominarán de manera silenciosa. En la actualidad, me encuentro con jóvenes entre 15 y 18 años, que jamás han visitado un museo y mucho menos una biblioteca, que la mayoría no saben expresarse de manera correcta, su lenguaje es pobre y hasta vulgar, que el gusto por la lectura es nulo y asisten a una institución educativa sólo para obtener un documento oficial que certifique que concluyeron sus estudios.


 

Todo aquel que se considere responsable de educar, debería hacer conciencia que los medios tecnológicos provocan y forman nuevas ideologías, entonces ¿no sería mejor unirse a ellos en lugar de atacarlos?, ¿cómo sacarle provecho a todas estas oportunidades que brindan los medios tecnológicos? Un ejemplo claro de cambios en nuestra cultura es el uso del celular, ahora los jóvenes lo consideran parte de ellos, no conciben su vida sin él, es su compañero inseparable, como docentes no podemos negarnos a estas situaciones de cambios cognitivos, acaso no hemos visto  ¿cómo han ido transformando el lenguaje escrito? Como sociedad tenemos que aceptar que la tecnología ha evolucionado y transformado el proceso histórico social.


 

Es indudable que el medio tecnológico que penetró en todas las poblaciones, ricas, medias y pobres es la televisión, cuya mejor utilidad es cuando entretiene, pero cuando se adjudica la tarea seria y formal de transformar el discurso político, religioso, de ciencia, educación, comercio y noticioso en un entretenimiento,  provoca un daño fuerte y severo en sus audiencias. No se debe temer al televisor, se debe temer a no entender los riesgos que se tienen cuando no sabemos ver lo que se proyecta en ella. Conforme avancé en esta lectura, coincidí y soy partícipe de la idea de Postman (1991) cuando nos dice que los educadores debemos dejar de preocuparnos por cómo utilizar los avances tecnológicos para controlar la educación, sino debemos tener presente de cómo se puede utilizar la educación para controlar los medios tecnológicos.

viernes, 8 de febrero de 2013

Televidencias y mediaciones



 M en C y TE Lilia G. Torres Fernández (2010)

 

TELEVIDENCIAS Y MEDIACIONES


 

OROZCO, Guillermo. Televidencias y mediaciones, cap. 2, en “Televisión. Audiencias y Educación”, Norma, 2001, (pp. 39-62).


 

Por lo leído en este capítulo, entiendo que realizar estudios mediáticos en las audiencias no es tarea fácil, pues considerar en primera instancia que las mediaciones deben tomar en cuenta el comportamiento y desarrollo individual de cada sujeto que sea parte de la audiencia y, si cada individuo aporta diferentes comportamientos, de acuerdo al contexto en que se desenvuelve tanto familiar, social, laboral y escuela, entonces ¿cómo distinguir qué comportamientos son productos de lo que ve en la TV?


 

Orozco, G. (2001) me hace reflexionar que el individuo no es un ente aislado, que siempre será parte de una sociedad y por lo tanto, “la televidencia, por más individualizada que parezca, es un proceso altamente culturalizado”. Pongamos por ejemplo una situación, cuando un artista famoso que aparece constantemente en la TV, que tiene éxito con los jóvenes y viste de cierta manera, los jóvenes en el afán de parecerse a él, ponen de moda ese estilo de vestir, es decir, el comportamiento individual sobrepasa a un comportamiento social entre los jóvenes y la teleaudiencia fue el soporte para que esto sucediera. Por esto, concuerdo cuando Orozco, G. (1998) señala que la televidencia está conformada por sujetos individuales que comparten significados propios de la cultura de una comunidad o parte de ella, que los guiones a seguir por cada individuo dependen de la geografía e historia a la que le pertenezca y que las normas a seguir varían según su cultura, región y época. Hay que aceptar que la TV propicia la circulación de muchos guiones, pongamos el ejemplo del fenómeno que causó la programación del “Chavo del 8”, en la actualidad los niños que vieron ese programa modificaron su leguaje con relación al de los adultos de esa época.


 

Es cierto que la TV logra que la mayoría de sus audiencias se identifiquen con lo informado o presentado en ella, ¿cuántas veces nos hemos consternado por algún suceso ocurrido en otro país, más que lo que sucede en el nuestro, e incluso hemos sido partícipes de colaboración física y económica porque los medios insisten en que debemos hacerlo?, esto es lo que se entiende como identidades de las audiencias y que demuestra lo susceptibles, dependientes, temerosas, conformistas y nacionalistas que pueden ser.


 

La percepción es otra de las mediaciones que se realizan, es importante deducir cómo se entienden los diversos programas, aunque la TV no educa, algunos, entre ellos los niños aprenden de ella. Las mediaciones perceptivas no aseguran que los contenidos sean aprendidos según las intenciones dadas por la TV, es decir que sus programas sean captados por la audiencia en el mismo sentido que desean las propuestas televisivas.


 

En el Siglo pasado, era evidente la intervención gubernamental en el contenido de las programaciones televisivas, en la actualidad esto ha ido desvaneciéndose y ahora la comercialización es la que rige en qué momento, qué tipo de programa y a qué audiencia dirigirse, los grandes intereses económicos prevalecen sobre todos lo demás intereses.


 

Las grandes instituciones como política, religión, universidades entre otras, toman a la TV como trampolín para llegar a las audiencias, aunque esto no garantice la aceptación total de sus propuestas. La familia es otra institución que se ha transformado por los diferentes roles que toca llevar a sus miembros, desde la desunión nuclear de una familia porque la mujer trabaja fuera de casa hasta la popularización de los derechos humanos entre los ciudadanos. Es decir, la TV ha tomado, en pocas palabras, el control de autoridad que antes tenía el padre o la madre y el gobierno en sus sociedades, al colocar en su programación cualquier tipo de tema.


 

Pienso que la TV ha logrado esta penetración porque las audiencias la utilizan para suplir necesidades y carencias, como cubrir afecto no recibido, sentir compañía que no se tiene, expresar sentimientos que no son capaces de manifestar frente a otros, simular vivir en un contexto no real,  en fin, la TV llena muchos vacíos, lo interesante será sacar provecho de este medio, para que las sociedades se ubiquen en lo cultural, educativo, comunicativo y político.


 

Como educadora, sólo se me ocurre reflexionar sobre esta situación, ya que, antes de leer este tipo de textos, no me había percatado de lo peligroso que puede ser no tener conciencia que la TV es un medio más y que no debo dejarme atrapar por su programación pues, evitará que me ocupe de otras cosas como leer e interactuar con los demás miembros de la sociedad en que vivo, pero sobre todo me impedirá formarme un criterio propio y la preocupación que surge es ¿cómo hacer conciencia en mis alumnos de este hecho?